¿Por qué el libro de artista?

Resulta un discurso muy manido aquel que vaticina que el libro está destinado a desaparecer. Las nuevas tecnologías parece que nos abocan a considerar que el progreso nos obliga a renunciar al placer que ofrece el tener un libro físico y tangible entre las manos. Es cierto que el libro se encuentra ante un nuevo campo de experimentación, que el mundo digital domina todo nuestro entorno, que el recrearse frente a una pantalla es algo muy habitual, pero considero que el libro, tal como lo conocemos, nunca podrá ser sustituido por la frialdad de un monitor sino todo lo contrario, lo potencia y lo convierte en un objeto aún más sensual.


Según Georgio Maffei, El libro, portador habitual de ideas, de experiencias y de memoria, en su encuentro con los artistas recoge su pensamiento estético, las reflexiones más íntimas, el diario incluso emocional de su actividad creativa. 
A través del libro pretendo dar visibilidad a la naturaleza oculta del imaginario escondido. El espacio como aquello que se piensa, se percibe, se sueña, se vive… Con su contenido ilimitado pretendo mostrar una extensión de mi labor como investigadora y como artista.